domingo, 22 de abril de 2018

Bibliografia



BIBLIOGRÁFIA




Revista peruana de dermatología
Vol. 11 No. 2 2001

Anatomia y fisiología R.D. LOCKHART
G.F. HAMILTON
F.W. FYFE
Editorial Interamericana
México D.F 1985

Anatomía y Fisiología de la Piel
Jorge Martínez Fraga
Nivel medio C.F.G. superior.
31 de octubre de 2011

Principios de Anatomía y Fisiología
Tortora Derrickson
Editorial Panamericana
13ª. Edición
Año 2013

LAS FUNCIONES DE LA PIEL


LAS FUNCIONES DE LA PIEL



La función de la piel depende de su situación única entre el entorno y el "interior", sus funciones principales de protección y comunicación se realizan en el medio interno y externo.

Órgano de protección y barrera del medio externo, la piel, como órgano externo, se expone a muchos estímulos ambientales deseables y no deseables (microorganismos y estímulos mecánicos, térmicos, de radiaciones o químicos).

Los estímulos de intensidad fisiológica son estimulantes y estabilizan la función, los distintos estímulos de intensidad diferente a la fisiológica se encuentran en primer lugar con los mecanismos de defensa y protección locales de la piel.


además, se pueden activar mecanismos de defensa generales, cuando el estímulo exacerba los mecanismos de defensa y protección de la piel se originan lesiones.



Defensa ante las infecciones por virus, bacterias u hongos. La película superficial cutánea tiene un efecto antimicrobiano, la capa córnea representa una barrera para los agentes patógenos. Cuando ocurre una herida (puerta de entrada) sucede una reacción defensiva de la piel en forma de inflamación local.

Defensa frente a los estímulos nocivos mecánicos. Las propiedades biomecánicas de la piel constituyen una barrera ante las lesiones y las heridas. La capa córnea compacta y flexible y el tejido conjuntivo de la dermis rico en fibras protegen la piel de los estímulos nocivos cortantes; el tejido graso subcutáneo amortigua los golpes romos violentos y distribuye y atenúa su efecto. Los pelos y las uñas también desempeñan una función defensiva.

Defensa frente a estímulos nocivos térmicos. La piel actúa como barrera aislante (sobre todo el tejido subcutáneo). La circulación sanguínea (90 % de la circulación cutánea sirve para la termorregulación y 10 % para la nutrición) y la secreción de las glándulas sudoríparas (sudor termorregulador) permiten la termorregulación reactiva. La circulación y la sudoración termorreguladora están especialmente desarrolladas en las personas "desnudas" para compensar la pérdida evolutiva del pelo protector.

Defensa ante las radiaciones nocivas. La piel refleja y absorbe la luz. Después de la reflexión-absorción de la luz en la película superficial y en la capa córnea se produce la absorción de los rayos que hayan penetrado por la melanina, no obstante, los daños celulares (de los ácidos nucleicos) debidos a la radiación se evitan por los mecanismos de reparación enzimáticos.

Defensa frente a estímulos nocivos químicos. La piel posee capacidad tampón en la película superficial cutánea y es una "barrera a la penetración" por el estrato córneo, las macromoléculas no pueden atravesar esta barrera. Las moléculas de menor tamaño pueden atravesarla (mediante la capa lipídica intercelular), pero se encuentran con una "barrera metabólica" representada por la enzima que metaboliza las sustancias extrañas (el sistema del citocromo P450). Si los estímulos nocivos químicos consiguen alcanzar las células epidérmicas vivas, estas desencadenan mecanismos de defensa bioquímicos e inmunológicos (activación de enzimas, liberación de citosinas y mediadores de la inflamación e inmune); la penetración percutánea sirve también para el tratamiento dermatológico local.

Barrera del medio interno. La piel impide el intercambio descontrolado de sustancias entre el cuerpo y el entorno, por lo que resulta fundamental para la homeostasis interna. Cuando se originan lesiones o defectos existe el riesgo de pérdida de líquido, electrólitos y proteínas, lo cual provoca alteraciones del metabolismo o pérdidas de sangre. En estos casos, la pérdida de la piel sería mortal; desafortunadamente se ha empleado como pena de muerte (desollamiento).

Función sensitiva. La piel tiene receptores sensitivos distribuidos en toda su superficie, que le permiten el reconocimiento del ambiente y la defensa ante los peligros. Los estímulos adecuados provocan las sensaciones de tacto, presión, temperatura y dolor, lo cual proporciona el reconocimiento de la intensidad y la procedencia del estímulo (palpación de un tumor cutáneo, picadura de insecto en la espalda, uña dentro del zapato, agua demasiado caliente, etc.). Los estímulos pueden provocar reacciones motoras voluntarias o involuntarias reflejas (ejemplo, control de la motricidad uña de la mano, reflejo de huida ante un estímulo doloroso).

Función de comunicación y expresión. La piel como órgano superficial desempeña un papel indispensable en la comunicación psicosocial, sobre todo al nivel facial. Su aspecto sería valorado para obtener conclusiones acerca de la edad, el estado anímico y el carácter (la piel como espejo del alma), también para descartar posibles enfermedades internas (la piel como espejo de las enfermedades internas). El estado y el aspecto de la piel determinan en gran medida la propia imagen de cada persona, por lo que se manipula de modo voluntario (cosméticos, solarium). La piel normal y enferma tiene una importante dimensión psicosocial.
Función metabólica y de reserva. La piel puede acumular agua en forma de edema y desecarse ante una gran pérdida de agua. Cuando ocurre sobre alimentación se puede acumular exceso de grasa en la piel (adiposidad), mientras que en la desnutrición se pierde dicho depósito (caquexia). Al nivel metabólico se destaca la síntesis fotoquímica de la vitamina D (si falta la luz solar puede producirse raquitismo).
En los seres humanos 90 % de la vitamina D proviene de la piel y solo 10 % de los alimentos. El 7-dehidrocolesterol en la epidermis absorbe radiaciones con longitud de onda menor que 20 nm, por lo que se convierte en provitamina D, la que se encuentra en mayor cantidad en la capa basal y espinosa. La provitamina se isomeriza de forma térmica para formar la vitamina D (colecalciferol) en el hígado; en el riñón una segunda hidroxilación la transforma en calcitriol, compuesto biológicamente activo.

Órgano de alta complejidad inmunológica. Participa en la vigilancia inmunológica. Dado que sus células (queratinocitos, linfocitos, fibroblastos, melanocitos y células de Langerhans, entre otras) sintetizan numerosas sustancias inmunológicamente activas, interviene como "portero inmunológico" en el reconocimiento y la internalización de antígenos, autorregula el crecimiento y la diferenciación de sus componentes celulares, participa activamente en el tráfico linfocitario y es uno de los órganos "diana", en los complicados mecanismos de la inflamación. Las sustancias inmunológicamente activas son interleuquinas, factores transformadores de crecimiento, factores estimuladores de colonias, interferones y citolisinas. 



Epidermis

LA EPIDERMIS 




Es la capa más externa de la piel, la que se encuentra más a la vista y permanece en contacto con el medio ambiente y el exterior, consta de un epitelio estratificado plano y queratinizado; debe tener resistencia por lo que guarda cierta dureza; así como consistencia, debido a que representa la primera barrera protectora contra las agresiones del medio ambiente, su grosor es variable y va de 0.1 mm en la zona de los parpados hasta 1.5 mm en las plantas de los pies.
Por tratarse de un tejido epitelial no cuenta con irrigación propia (a vascular), se nutre por difusión a partir de la dermis, cuenta con mínimas terminaciones nerviosas por lo que su mayor sensibilidad se encuentra en la dermis.
Embriológicamente, la epidermis deriva de la capa ectodérmica (la misma capa que formará, además el sistema nervioso).
es un epitelio plano, poli estratificado, queratinizado, formado por las siguientes capas del interior hacia la superficie:
En términos funcionales consta de tres regiones que se renuevan permanentemente:

Zona proliferativa (estrato basal), renovación celular (epidermopoyesis)

Zona de diferenciación (estrato espinoso y granuloso). Diferenciación y maduración celular.

Zona funcional (capa cornea), formación de una capa cornea protectora, eliminación celular.

La epidermis es un tejido mutante, en el que suceden la neo formación permanente y regulada de queratinocitos (zona de proliferación) y la eliminación de estos (zona funcional, capa córnea). La dinámica de la epidermopoyesis se regula de modo funcional.

La zona de proliferación (células basales y supra basales): depósito de células proliferativas (células madre y células más proliferativas) que probablemente se organizan en unidades funcionales (unidad proliferativa epidérmica). Solo una parte de las células son realmente proliferativas (alrededor del 60 %), el resto tiene una función de reserva (activación para la curación de las heridas o en las enfermedades cutáneas proliferativas). Cada día se producen unas 1 200 células nuevas por milímetro cuadrado. Las células pos mitóticas diferenciadas migran hacia la superficie cutánea. El tiempo de tránsito (desde la formación hasta su eliminación) es de unas 4 semanas (estrato espinoso y granuloso, unas 2 semanas, y estrato córneo, otras 2 semanas).






QUERATINOCITOS.


Son las células más características de la epidermis, representan más del 90 % del tejido.

Son células puramente epiteliales que conforman el epitelio estratificado; este recibe la calificación de plano por las capas superiores, formadas por células planas (que además están altamente queratinizadas), aunque en sus estratos inferiores tienen formas más bien cuboides o cilíndricas. 

Se denominan queratinocitos, porque a lo largo de su crecimiento, partiendo de la base del epitelio de la que surgen y siendo empujadas hacia estratos superiores por el crecimiento de nuevas células, se van cargando de queratina; esta es una proteína fibrilar de la familia de los filamentos intermedios encargada de aportar dureza y rigidez; es la causante de que las últimas capas de la epidermis sean mucho más duras. 

Por lo tanto, podremos estudiar la epidermis como un tejido epitelial formado por una serie de capas o estratos, por los cuales van pasando las células desde que son formadas, por mitosis, en los estratos inferiores (limítrofes con la membrana basal y la dermis) hasta que llegan a la parte superior del epitelio (empujadas por nuevas células formadas en estratos inferiores). Por esto decimos que la piel es un tejido en renovación continua.



Estrato Basal: denominado también estrato germinativo o proliferativo. constituido por una hilera de células de morfología poligonal, cúbica o ligeramente cilíndrica y que se encuentran en división continua. Son las únicas células de la epidermis que se dividen, originando dos células hijas; una se quedará formando parte del estrato basal y otra pasará a formar parte del estrato superior, empujando hacia arriba a las células de las capas superiores. Las células basales se encuentran íntimamente unidas entre sí (mediante desmosomas) y a la membrana basal (mediante hemidesmosomas).

Estrato Espinoso o de Malpighi: Formado por entre 5 y 10 capas de células poligonales cuya morfología, inicialmente cúbica, se va aplanando según ascendemos por el estrato. Los queratinocitos están conectados por multitud de desmosomas; estos le dan al ser observadas al microscopio óptico, un aspecto de poseer espinas superficiales lo que le da este nombre.


Los desmosomas hacen que el estrato esté muy cohesionado. Las células comienzan a fabricar sustancias cementantes (irán a parar al espacio intercelular, haciendo de cemento) que se acumulan en gránulos visibles al microscopio electrónico denominados corpúsculos de Odland.

Estrato Granular o granuloso, formado por entre 2 y 5 capas de células de aspecto aplanado, cuyo rasgo más significativo es el acumulo de citoplasma de gránulos gruesos y de forma irregular. Estos gránulos están repletos de queratohialina, uno de los componentes de la queratina, los gránulos de sustancias cementantes, que habían comenzado a aparecer en el estrato espinoso son aquí más abundantes y liberan al exterior su contenido (rico en glucolípidos y esteroles). Las células comienzan a presentar abundante queratina en su citoplasma y sus componentes celulares, sobre todo mitocondrias y retículo, comienza a desaparecer, finalmente acabará deteriorándose y desapareciendo también el núcleo.

Estrato Lúcido: aparece solo en zonas de epidermis muy gruesa, como palmas de manos o plantas de pies. Constituido por unas pocas capas de células, muy aplanadas y de coloración blanquecina, muy apretadas entre sí, carentes ya de núcleo y la mayor parte de los orgánulos (y por lo tanto, muertas). Están, eso sí, cargadas de queratina. No está claro que sea un estrato real y muchos autores lo interpretan como un artificio que aparece al realizar las preparaciones histológicas.

Estrato Córneo: su grosor y su número de capas de células son muy variables dependiendo de la zona de piel, aunque siempre muy numerosos. Las células poseen pocos desmosomas en las partes inferiores del estrato córneo y estos serán tanto más escasos cuanto más ascendamos por el mismo; de este modo, en las capas superficiales, al haber pocos desmosomas, las células están sueltas, aisladas y se desprenden de este modo, sin formar grandes escamas de piel. 

Las células del estrato córneo carecen de núcleo y solo presentan restos de orgánulos en el citoplasma; todo él está cubierto por filamentos de queratina. La membrana celular se encuentra engrosada y cubierta en su cara interna por glucolípidos. 

El espacio intercelular es rico en lípidos cementantes que mantienen una cierta cohesión. Las células van sufriendo esta evolución según van siendo empujadas a la superficie, donde se van desprendiendo de forma continua mediante un proceso de descamación. A esta zona de descamación algunos autores los denominan estrato descamativo.

Hay quien distingue en el estrato córneo dos zonas en función de la cohesión que presentan las células, el estrato compacto (o compactum) en las zonas más profundas y el estrato disjunto (o disjuntum), en las zonas más superficiales Como ya hemos indicado los queratinocitos se unen firmemente entre si, sobre todo en las capas inferiores, mediante uniones denominadas desmosomas. 

En los desmosomas están implicados los cito esqueletos de las dos células, las dos membranas y unas proteínas presentes en el espacio intercelular e intracelular que aseguran la unión de las dos células. 
En las células basales se forman hemidesmosomas, que son estructuras similares, pero que en este caso anclan a la célula a la membrana basal (encargada de sujetar y nutrir al epitelio). 

Cuando los desmosomas no se desintegran correctamente en las partes superiores de la epidermis, se ocasionarán descamaciones irregulares (como ocurre, por ejemplo, en la psoriasis o en la caspa). 

Esquema de la epidermis. Los lípidos cementantes presentes entre las células son muy importantes para mantener las propiedades de la epidermis, sobre todo su cohesión y su impermeabilidad. A esto último también contribuye la tendencia de las células a cargarse de queratina. Melanocitos. 

El color de la piel se debe a tres factores básico. Uno es la acumulación de carotenos, que aportan un color amarillo o anaranjado. Otro es la coloración rojiza debida al lecho vascular de la dermis (cuando aja el flujo sanguíneo, la piel se torna blanquecina). Y el tercero y más importante o característico es la presencia de un pigmento marrón, llamado melanina, que se acumula en los queratinocitos de la piel.










La coloración de la piel tiene su origen en tres funciones básicamen.
El acumulo de carotenos

La coloración rojiza debida al lecho vascular de la dermis (flujo sanguíneo).Y al más importante y característico, la presencia de melanina que es un pigmento marrón, el cual se acumula en los queratinocitos de la piel, este pigmento es fabricado por los melanocitos, quienes se encuentran en la capa basal de la epidermis, los melanocitos fabrican la melanina y la acumulan en unos gránulos denominados melanosomas, mismos que son cedidos a los queratinocitos, la melanina es el pigmento encargado de proteger a la piel de los efectos nocivos de las radiaciones ultravioleta.

4.    Los melanocitos se encuentran en mayor número en la frente, las mejillas y áreas nasal oral y genital.



CELULAS DE LANGERHANS

Estas células forman parte del sistema inmunológico, se encuentran presentes por toda la epidermis, tienden a aparecer con mayor frecuencia en capas altas del estrato espinoso, su morfología es estrellada o dendrítica con prolongaciones que se extienden entre los queratinocitos, tienen en el citoplasma unos gránulos característicos con forma de bastón.
También es posible encontrarlos en algunas zonas epiteliales de los anexos cutáneos, cuando son activadas por algún agente invasor se ponen en contacto con otras células defensivas como los linfocitos.







CELULAS DE MERCKEL

Aparecen en zonas basales de la epidermis, pero son muy escasas. Pueden unirse a las células vecinas mediante desmosomas, incluso pueden acumular algún melanosoma (procedente de melanocitos vecinos). Están relacionadas con el sistema nervioso, constituyen terminaciones nerviosas, considerándoselas, por lo tanto, responsables de la recepción nerviosa (sentido del tacto). No obstante, dado que son muy escasas, debe quedar claro que la recepción nerviosa epidérmica es muy poco importante (la mayor parte del sentido del tacto se encuentra en la dermis).


LA DERMIS

La dermis es la estructura de soporte de la piel, y le proporciona resistencia y elasticidad. Está formada básicamente de tejido conectivo fibroelástico.
 La matriz extracelular contiene una elevada proporción de fibras, no muy compactadas de colágeno (>75%), elastina y reticulina, es un tejido vascularizado que sirve de soporte y alimento a la epidermis, constituye la mayor masa de la piel y su grosor máximo es de unos 5 mm. Histológicamente, se divide en dos capas, que desde el exterior al interior son:

  • La capa papilar (stratum papillare) recibe este nombre por la presencia de proyecciones hacía el interior de la epidermis, estas proyecciones se denominan papilas dérmicas y se alternan con los procesos interpapilares de la epidermis. En las papilas se encuentran las asas capilares (sistema circulatorio) que proporcionan los nutrientes a la epidermis a vascular.
  • La capa papilar también contiene numerosas terminaciones nerviosas, receptores sensoriales, vasos linfáticos. La capa reticular es más gruesa que la papilar, y recibe ese nombre por el entramado o retícula de las fibras colágenas que forman gruesos haces entrelazados con haces de fibras elásticas.

Esta estructura es la que proporciona elasticidad y capacidad de adaptación a movimientos y cambios de volumen.




LAS CELULAS DE LA DERMIS

Las células del tejido conectivo son escasas y comprenden los fibroblastos, macrófagos, mastocitos o células cebadas, linfocitos, células plasmáticas, eosinófilos y monocitos.

Los fibroblastos móviles se diferencian en fibrocitos, que se enlazan mediante elongación y forman un entramado tridimensional. Los fibroblastos sintetizan y liberan los precursores del colágeno, elastina y proteoglicanos para construir la matriz extracelular, que consiste en un espacio libre entre los elementos celulares y fibrosos que se encuentra rellenado por un fluido gelatinoso dentro del cual las células se mueven libremente. 

Esta sustancia se encuentra conformada básicamente por proteínas y heteropolisacaridos anteriormente conocidas como mucopolisacaridos los cuales dentro de sus propiedades se encuentra una gran absorción de agua, es capaz de formar una materia altamente pegajosa y gelatinosa, que no solo sirve como elemento de unión entre el resto de elementos tanto celulares como fibrosos, que es capaz de propiciar la migración, la cementación y la diferenciación celular.


ANATOMIA Y FISIOLOGÍA DE LA PIEL

La piel presenta en su superficie más de 2.5 millones de orificios pilo sebáceos. La estructura cutánea consta de tres capas superpuestas:  la epidermis (que es el epitelio de cobertura), la dermis (vascularizada y rica en anexos cutáneos y estructuras nerviosas) y la hipodermis (tejido adiposo subcutáneo).

Los anexos cutáneos son: el aparato pilo sebáceo (pelo y glándula sebácea); las glándulas sudoríparas (ecrinas y apocrinas) y las uñas
.
La composición química está formada en un 70% por agua y el resto por minerales como sodio, potasio, calcio, magnesio y cloro; también contiene carbohidratos (glucosa) y lípidos: colesterol, ceramidas y ácidos grasos entre los más importantes y proteínas como la colágena y la queratina.



LAS TRES CAPAS FUNDAMENTALES DE LA PIEL

  A) Epidermis (capa de tejido epitelial más externa, es la que tiene mayor contacto con el exterior), consiste en un epitelio de superficie plano, poli estratificado queratinizado y con 4 capas, que, a excepción de la capa basal, comprenden cada vez más capas de células. El orden de los estratos desde el interior hacia la superficie es: basal, espinoso, granuloso y córneo (capa cornea).

      B) Dermis (capa de tejido conjuntivo laxo)

C)Hipodermis o tejido graso subcutáneo. (hay autores que no la consideran una capa de la piel, separa la piel del tejido subyacente, es decir del hueso o del musculo. Está constituida por tejido adiposo subcutáneo).



A estas capas se agregan algunos anexos cutáneos como son:


A) Aparato pilo sebáceo (El folículo pilo sebáceo es la asociación del pelo folículo piloso y de la glándula sebácea que es responsable de la producción de sebo. La glándula sebácea está pegada a un pelo que está más o menos atrofiado según la parte del cuerpo en la que esté situado. En el cuero cabelludo no se habla de vello sino de cabello. El folículo piloso del cabello está enterrado 4 mm por debajo del cuero cabelludo. La glándula sebácea, por su parte, es pequeña. En las mejillas el pelo es fino: su folículo piloso se sitúa aproximadamente 2 mm por debajo de la superficie de la piel. La glándula sebácea es más voluminosa. En las aletas de la nariz, el mentón y los pómulos, el pelo es muy pequeño, prácticamente invisible. La glándula sebácea es, por el contrario, enorme)

B) Glándulas sudoríparas ecrinas (Glándulas sudoríparas de tipo exocrino, segregan sudor,existen entre 150 y 300 por cm2, función fundamental regular el equilibrio térmico del organismo)

C) Glándulas apocrinas (Glándulas de secreción exocrina de forma tubular, son más voluminosas que las ecrinas y se sitúan en tejido subcutáneo, se diferencian de las glándulas ecrinas en que desembocan por encima de  la glándula sebácea, se ubican estratégicamente en axilas, zona ano genital, y en menor cantidad en cara y cuero cabelludo cubren una función odorífera, ya que producen una secreción que al ser descompuesta por bacterias produce un olor característico, aun cuando están presentes al nacimiento se desarrollan hasta la pubertad, su número es variable y se encuentra determinado por aspectos genéticos y de género)

D) Uñas (Lámina plana y convexa, formada por varias capas de queratina, representan una ampliación de la epidermis ya que comparte con ella su principal componente pero con un menor porcentaje de agua, están constituidas por tres capas, la capa superficial que proviene de la matriz proliferante, la capa intermedia que es la más gruesa y tiene el mismo origen que la capa superficial y contiene una menor cantidad de fibras queratinizadas y la capa profunda que consta de dos capas de células que provienen del lecho epidérmico. 





Introducción PIEL


LA PIEL
 INTRODUCCIÓN




Ningún manto mágico puede compararse a la piel en cuanto a la serie de funciones que debe cubrir; ya que es impermeable al agua, proporciona abrigo al cuerpo y lo protege del sol y otras agresiones del medio ambiente, sirve de armadura y refrigerador, es sensible al tacto, a la temperatura y al dolor, soporta el desgaste generado por el paso del tiempo durante el cual realiza una serie de reparaciones y adecuaciones demandadas por sí misma.

Este órgano vital recubre la totalidad del cuerpo con un total aproximado de 2m2 de extensión, es capaz de reflejar la edad y el estado de salud, e incluso revela datos patológicos relevantes como fiebre, ictericia, deshidratación y un importante número de aspectos relacionados con la salud.

La piel presenta en términos normales variaciones de grosor en diversos sitios del cuerpo, puede ser húmeda, seca o grasa dependiendo de la presencia de glándulas sebáceas o sudoríparas, puede presentarse suave y tersa en la gente joven, o laxa y seca en personas de edad; puede poseer vello fino o grueso o inclusive ser lampiña, presenta notables contrastes en cuanto a color; lo que se relaciona con aspectos específicamente de raza, y por ultimo posee un rasgo que hace especial a cada ser humano y consiste en las huellas digitales, lo que representa una característica única de cada persona.
La piel consta de dos capas, la dermis y la epidermis o corion que proviene del mesodermo, capa embrionaria que da origen a la formación del tejido interno de la piel y la epidermis que deriva del ectodermo durante el proceso embrionario.
La epidermis es la capa en la cual se encuentra el mayor contenido de células, está compuesta por cuatro capas diferentes; mismas que realizan funciones tanto de reproducción como de depuración.

La dermis se considera una estructura de soporte de la piel ya que proporciona resistencia y elasticidad; gracias a su constitución básicamente de tejido fibroelastico, la dermis se encuentra constituida por dos capas, la capa papilar y la capa reticular, su constitución celular consiste en fibroblastos, macrófagos, linfocitos y otras células que dan origen a la construcción de la matriz extracelular, la cual representa un espacio libre en el que las células tienen la posibilidad de movilizarse libremente.

En cuanto a los anexos de la piel encontramos básicamente pelo, mismo que se sitúa en casi toda la superficie de la piel, glándulas sebáceas que cubren la función de mantener el manto hidrolipídico de la piel, los sitios en los que estas glándulas no se encuentran van a ser la piel de palmas y plantas de los pies. Glándulas sudoríparas de dos tipos ecrinas y apocrinas, otros importantes anexos de la piel son las uñas cuya función básica consiste en proteger la región distal de los dedos.

Finalmente se encuentra el tejido subcutáneo o la hipodermis, que dentro de sus funciones una de las más importantes es actuar como protector mecánico frente a golpes.

Presentación Anatomia y fisiología de la Piel


ANATOMÍA Y FISIOLOGÍA DE LA PIEL
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OBJETIVO GENERAL

Retroalimentar el conocimiento relacionado con los aspectos básicos de las características anatómicas de la piel; el fenómeno de cicatrización y su importancia en la fisiopatología de las heridas.
Así como aspectos psicosociales que tienen que ver con las características generales de la misma.


OBJETIVOS ESPECÍFICOS

-       Reconocer los elementos de protección del tejido tegumentario que se ven alterados en presencia de diversos tipos de heridas.


-       Identificar los aspectos fisiológicos de la piel que se ven afectados en presencia de diversos tipos de heridas.